En plena temporada de albaricoques, y con la nevera llena de ellos (es lo que tiene tener pueblo, y padre con huerto...), nada mejor que hacer un clafoutis para rebajar un poco el stock... Postre sencillote al máximo y muy lucido. Atención: puede hacerse con cualquier fruta de verano, de las jugosas, pero al mismo tiempo carnosas (cerezas, peras, ciruelas...).
Ingredientes (para un molde grande - yo suelo hacerlo con la mitad de los ingredientes para un molde cuadrado de 20 x 20 cms):
- 500 g. de albaricoques deshuesados (aproximadamente, lo interesante es que el fondo del molde quede bien cubierto por la fruta).
- 125 g. de harina
- 100 g. de azúcar
- 3 huevos
- 250 ml. de leche
- 125 ml. de nata líquida
- 50 g. de mantequilla
- una pizca de sal
- un sobrecito de azúcar vainillado
Preparación:
- Precalentar el horno a 180ºC.
- Lavar y secar los albaricoques.
- Untar bien de mantequilla el molde.
- Poner los medios albaricoques en el molde, con el hueco del hueso mirando para arriba.
- Calentar un poco la leche,
- Echar en un bol la harina y el azúcar con la leche templada, y disolverlo bien.
- Echar los huevos batidos, la sal y la nata a la mezcla anterior, Mover y mezclar bien. No deben quedar grumos. Si hay, darle un golpe de batidora para dejar la mezcla bien fina.
- Echar la mezcla en el molde, sobre los albaricoques. Poner unos trocitos de mantequilla por encima.
- Meter al horno unos 45 minutos. Un cuarto hora antes de sacarlo del horno, espolvorear con azúcar vainillado.
- Servir tibio.
- Si no nos lo comemos de una sentada, recomiendo no comerlo frío: pierde mucho sabor y textura. Queda bien recalentado 30 segundos al microondas.
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